La vía de la atención plena

El programa de reducción de estrés basado en la atención plena es una oportunidad válida para cualquier persona que experimente en su vida niveles de estrés y desee emprender un camino sencillo pero seguro de recuperar la claridad, integridad y dignidad que muchas veces el sufrimiento tras el estrés le ha ido quitando.  

Inicio de nuevo grupo en setiembre 2015.

Coordinan: Dra. Marianella Mussio  

Prof. de Yoga Martín González

095 293 847 // 099532725

Basado en las antiguas técnicas y conocimientos de la “atención plena” (de origen oriental) y en conceptos y dinámicas de la terapia cognitiva enseña  de una forma accesible a todos, la posibilidad de desarrollar una conciencia presente y niveles profundos de compromiso con uno mismo y con quienes comparten la vida diaria con nosotros (familiares, compañeros de trabajo, vecinos, etc.), haciéndonos protagonistas de nuestra salud y del bienestar propio y común. Es entonces, en ese cambio y en esa nueva dirección de la mirada que el programa contribuye notoriamente a reducir el estrés y el sufrimiento.

La palabra inglesa "mindfulness" es usada como sinónimo de atención plena, término que deriva de las tradiciones más antiguas en la India y que el Budismo a profundizado durante miles de años en sus estudios sobre la psicología humana, aunque la práctica de la presencia atenta, está presente en todas las grandes  tradiciones filosóficas y religiosas del mundo  como una vía hacia la felicidad.  Pero con el correr del tiempo y su incursión en occidente, mindfulness, ha trascendido las técnicas de bienestar para alcanzar el campo de la psicología, la neurociencia y la educación. 

Minfulness o atención plena, consiste en ser plenamente concientes de lo que ocurre en el momento presente, observar, contemplar y examinar sin juzgar. Un estado de ser en el que cultivamos de forma sencilla y abierta la conciencia permanente, el estar aquí y ahora y en el que recogemos los beneficios de la paz mental y del dominio de las emociones a partir de la relajación que surge de esa cultivo de la atención acerca de lo que nos está sucediendo. Así, la conciencia plena, abierta a todas las cosas, sin filtros ni prejuicios, construye una mirada desapasionada que reduce notoriamente el sufrimiento de las personas, encontrando las pautas de condicionamiento que producen y sustentan esos niveles de sufrimiento que llamamos estrés.

La atención plena y la practica que proponemos en este programa, aborda los cambios y la dinámica de la vida desde una óptica equilibrada y sostenida por la experiencia del cuerpo y  la mente como un todo, en armonía y equilibrio, que además de poder ser fuentes circunstanciales de dolor o confusión,  también lo son de placer, conocimiento, bienestar, paz y felicidad. Solo es necesario emprender el camino, no siempre fácil pero si seguro,  de observar, contemplar y examinar desapasionadamente.

Desde la teoría, la atención plena contribuirá al bienestar en su más profundo sentido, en la medida de que nos enseña a reconocer aquellas pautas de pensamiento que habitualmente están en la raíz de nuestros comportamientos conflictivos y de nuestras emociones destructivas. Pero tratar con esto no siempre resulta sencillo y experimentaremos muchas veces resistencias y dificultades básicamente porque hemos construido una imagen de nosotros mismos que no siempre se ajusta a lo que verdaderamente es y a lo que verdaderamente somos.  (Con la práctica de la meditación y la atención también aprenderemos que nuestra “visión” de la realidad está basada muchas veces en un conjunto de  falsas creencias). Así, proyectamos siempre en otros y en otras condiciones, las causas de nuestro sufrimiento alejándonos de lo que es, de la realidad que es donde reside la única posibilidad de sanación y reconstrucción de condiciones de vida dignas y saludables. La atención plena, el estar plenamente conscientes del momento presente sin juzgar, nos ayuda a contemplar esas heridas, esas falsas creencias, esas experiencias arraigadas en nuestro continuo mental desde pasados lejanos que se interponen en el momento presente entre nosotros y la felicidad. La atención plena crea espacios de relajación, aceptación, claridad  y autoconocimiento que conducen sencillamente pero de forma segura hacia la paz. 
Y todos podemos practicarla.