La calma no emerge en nuestra vida cuando los conflictos han pasado. Al menos no deberíamos depender de ello, porque en la red de compromisos y relaciones que es la vida lo más seguro es que vayamos a encontrarnos frecuentemente con conflictos y tensiones.
Entonces la paz emerge de poder detenernos, sentarnos, respirar...tomar una sana distancia que nos permita ver más allá.
La paz emerge de comprender el origen del sufrimiento no de evitarlo. La paz emerge firme y estable de la práctica constante, disciplinada y bondadosa como un verdadero estado de aceptación.
En setiembre inicia un nuevo curso de reducción del estrés basado en la atención plena.
Coordinan:
Dra. Marianella Mussio - Prof Martín González
095293847 // 099532725